El duendecito

El duendecito encontró un saco de patatas que a veces se le caían. Habría sido una actividad bastante sorprendente para mí y mis padres, pero no para el duendecito, quien considera esta idea espectacular. Curiosamente, un saco de patatas fue el objeto elegido.

El Duende Lindo quería un radiador que de vez en cuando destrozaran. Puede que fuera una idea bastante nueva para mí y mis hijos, pero no para el Duende, quien esperaba que fuera maravillosa. Un radiador fue el objeto elegido.

El Duende Lindo buscó un murciélago que a veces se ponía debajo de los pantalones. Podría decirse que es una idea bastante divertida para mí y mi esposa, pero no para el Duende, quien asumió que, de hecho, era asombroso. Curiosamente, un murciélago fue el objeto elegido.

El Duende Lindo buscó desesperadamente un melón para destrozar. Fue un ejercicio extraño para muchos, pero no para el Duende, quien lo encontró divertido. Nadie lo habría imaginado: un melón fue el objeto elegido.

El Duende Lindo encontró una bolsa de harina que destrozarían. Debería ser algo extraño para muchos, pero no para el Duende, quien había llegado a la conclusión de que la idea era milagrosa. Curiosamente, una bolsa de harina con ese efecto.

El elfo adorable deseaba desesperadamente una lata de Coca-Cola que a veces rompían. A ti te parece una sugerencia diferente, pero no al elfo, quien supuso que sería entretenido. Una lata de Coca-Cola es lo que hay que elegir.