LAS FLORES ROJAS EN LA GUERRA

Corregidme sí me equivoco pero en el momento que escribo estas líneas vivimos en el siglo XXI verdad? Y no voy a hablar sobre la incipiente guerra/invasión de Rusia-Ucrania, ya que obviamente no es la única, hay otros muchos países con conflictos bélicos que apenas merecen nuestra atención. Esta última solo nos importa ya que nos pilla muy cerca de nuestra casa y es con la que hemos puesto el grito en el cielo.

Me sorprende la capacidad que tenemos los seres humanos para matarnos y poner el precio a la vida de los que deben morir. ¿acaso vale la vida de un niño palestino menos que la de un niño israelí? Y ojito, no os equivoquéis conmigo que no voy a dar charlas ni mierdas de políticas, ni si una guerra/invasión está justificada o no. Estás líneas, estas palabras tratan de la deshumanización que tenemos instalada y el poco valor que damos a la vida de las personas que viven el Africa o en el oriente medio o en cualquier parte inferior del ecuador.

A lo largo de la historia de la humanidad siempre ha habido quien ha puesto la vida ajena en valor y ha decidido quién ha de vivir o quién no. Siempre ha habido alguien que ha hablado en nombre de la paz desde la puerta de una empresa de armas. Siempre hay alguien que susurra al oido de un gobierno quién matar o quién no. Siempre hay alguien con maletas cargadas de armas para cambiar el contenido por dinero, siempre hay alguien que representa los intereses de otro, siempre hay alguien y siempre hay algo por lo que negociar.

Y yo os pregunto, ¿Qué pasa con las madres? y ¿con nosotros los padres? Yo soy quien va a susurrar al oído de todas las madres y todos los padres de soldados involuntarios en los conflictos ajenos. Son tus hijos e hijas los que luchan en las guerras de otros y si debe de ir que vaya con los hijos de quienes la organizan. Qué vayan con los hijos de quienes las financian o con los hijos de quienes mandan detrás del escritorio. Los hijos de esos no están allí, ¿sabéis quienes están?
Los nuestros.

Las flores rojas que van a brotar en el campo de batalla serán las tenidas por la sangre de nuestros hijos, nunca por la sangre de los suyos.

No dejes que tus hijos vayan a la guerra, por lo menos no por las razones que argumentan ellos.

Créditos foto: PeterDargatz
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