Dios es grande.

Estaba sumido en la miseria. Entonces Dios se apareció en mi sueño. Le pedí que me hiciera rico. Él dijo: "Ahora te llamas Rico".

"¡No, no, no! Deseo hacerme rico, mi Señor".

"¡Ah, ya veo! Creo que deberías invertir en Steem y Hive. Siempre tendrás un patrimonio neto de unos pocos miles de dólares".

Entonces Dios desapareció y desperté. Supliqué durante dos semanas y luego compré ambos tokens. Al principio, el precio de ambos tokens subió. Así que pensé que pronto me haría rico. Luego invertí más, pero el precio bajó. Invertí más y el precio bajó aún más.

Dios tenía razón. Siempre tuve un patrimonio neto de unos pocos miles de dólares. Sin importar cuánto apostara, el precio de ambos tokens se ajustaba para que mi patrimonio neto se mantuviera siempre en unos pocos miles de dólares. Tenía 500 y el precio era alto. Tenía 1000 y el precio era del 10%. Luego tenía 10000 y el precio era del 1%. Así que siempre tengo el mismo patrimonio neto. No importa cuántas inversiones tenga, el valor neto de mis activos siempre será de unos pocos miles de dólares.

¡Dios es grande!