• Observa los detalles, son los pequeños comentarios o gestos de esa persona que te van indicando sus gustos más íntimos, los puedes encontrar en las conversaciones más triviales, en su rutina, en lo que lleva consigo día a día.
• Escuchar historias, es claro que todos tenemos algo que contar, por eso es muy importante darle atención cuando te cuentan algo, de allí puedes obtener el regalo perfecto, puede ser: la historia del reloj del abuelo, la razón de por qué le gusta desayunar pan con miel, entre otras anécdotas que la vida nos va permitiendo compartir.

• Objeto favorito, aunque no lo creas la mayoría de nosotros tenemos un objeto favorito, como un amuleto, símbolo, signo con el cual nos identificamos y lo llevamos a todas partes, esto puede ser visible o no, también lo podemos estar usando de manera consciente o no, para eso, no tengas vergüenza de preguntar, eso sí pide el permiso correspondiente si se puede saber o no la relación con dicho objeto. No sabes lo sentimental que puede llegar a ser ese momento. Recuerdo cuando alguien me dijo ¿Qué onda tú y las mariposas? Aunque ya sabía mi relación con ellas, ponerlo en palabras fue abrir la puerta a otra percepción.
• Lo aprendido, como te dije arriba un regalo es tu visión del otro, lo que ves en esa persona, tu manera de decirle lo que significa para ti, lo que te ha enseñado, las vivencias que tienen juntos, un buen regalo puede ser un recordatorio de alguna anécdota importante entre los dos. Por ejemplo, muchos saben mi adicción al café, aunque he reducido las dosis, es común que las personas me hagan llegar marcas de café, tipos de tazas o algo relacionado con algún momento donde compartimos un buen sorbo de café.

• Volvamos a la infancia, en la mayoría de los casos, cuando fuimos niños siempre hubo un regalo que nos hubiese gustado recibir o que recibimos muchas veces y por eso se ha hecho importante para nosotros. Hay un miembro de mi familia quien cada año recibió una figura de superhéroe, hoy en día aprecia eso como uno de sus tesoros, hay persona quien tiene afición por los autos y estoy yo con mi amor por las Barbies, pues, de niña recibí muchas, aun recuerdo cuando mi abuela me regaló aquella Tiffany con 48 pares de zapatos, su minibar y demás accesorios, a veces pienso que es el estilo de vida que quiero tener (risas).

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